Cuando uno se va introduciendo al mundo de la Capoeira, escucha con especial interés lo que los «veteranos» cuentan: la inspiración detrás de sus movimientos, los consejos para que el dedo meñique no perezca tocando el berimbau y entre otras cosas, la fuente de emociones que dejan los grandes eventos. Los Encuentros de cada año son un excelente ejemplo de como un par de días puede dejarte energía para entrenar toda una vida cuando ves algo que te inspira tan profundamente.
Dentro de estos legendarios sucesos, está el Capoeirando, organizado cada año por el mundialmente conocido Mestre Suassuna. La idea de asistir, empezó como una broma pero terminó germinándose resultando en la aventura de ir a Ilheús, después de un viaje de 33 horas en autobús, a experimentar seis días acampando sin colchón y hacer todos los días capoeira mañana y tarde con todas las personalidades que yo había admirado por lo largo que llevo practicando este arte. Para mí estos días fueron una experiencia para la cual no tengo suficientes renglones para describir. Dentro de las actividades del evento, hubo un concurso en el que participé, representando a mi Mestre y Contramestra (indudablemente las razones de que siga mi entusiasmo) en la parte musical y en el cual terminé ganando 3er lugar.
Personalmente me siento inmensamente afortunada de haber tenido la gran suerte y el axé que me acompañaron en este viaje, espero pronto poder volver y seguir alimentando esa energía que nos lleva a hacer cosas raras en nombre de arte.
¡Axé!