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Por: Nora Flores Inst. Cenoura
Poco a poco fuimos llegando a la academia de Mestre Acordeón, una pequeña y emocionada caravana de mexicanos acompañando a CM Rosalinda para su formatura como Mestra… Desde que supimos la noticia meses antes, solo podía pensar en no perderme ese momento, así que tenía que estar ahí de cualquier modo.
Teníamos una misión, compartir a través de nuestras redes sociales los momentos importantes durante el proceso de la formatura, así que mandamos fotos, algunas historias y videos de lo que vivimos del lado del río -con todo y las dificultades que teníamos para hacerlo-. El batizado y formatura de UCA son un evento impresionante, tan es así que en su primer visita a ese lugar nuestro querido Adolfo decidió dedicarse a la capoeira hace muchos, muchos años, y cómo no, si todo en ese lugar es impresionante. Mucha capoeira y muchos Mestres que son referencia mundial… poco a poco fueron llegando personas de muchas ciudades de Estados Unidos, Brasil, Canadá y por supuesto México.
Cuando me reuní con CM Rosita el miércoles por la mañana ya se estaban afinando los últimos detalles del evento, hasta nos tocó ayudar también separando y contando camisetas que se darían a los participantes. Yo le preguntaba sobre lo que hacía, de qué hablaban, qué le preguntaban -todo quería saber-, al final creo que ella estaba igual que yo, esperando, escuchando, observando para no perderse nada. A diferencia de otras ocasiones, M. Acordeón le pidió que durante el evento hiciera presencia desempeñando todos los roles de un capoerista y durante la ceremonia hablara de su trayectoria en capoeira.
Rosita es una persona muy fuerte física y espiritualmente, eso hace que inspire y sea referencia de muchas personas, pero como a todos, el estar lejos de nuestra casa, de nuestros amigos y familia nos hace sentir un poco vulnerables, y bueno, la idea de estar cerca de ella esos días -casi como chicle en el zapato- era que se sintiera acompañada y apoyada. El jueves previo a la formatura Rosita dio clase a un enorme grupo de practicantes iniciantes e intermedios, el tipo de clase era nueva para ellos, algunos ya morían solo en el calentamiento, otros no entendían el sentido de los movimientos hasta que los vieron ensamblados, pero al final quedaron contentos de escucharla, de conocerla y tomar una clase distinta a lo que acostumbran. M. Suelly y M. Acordeón llegaron varias veces a observar… ¡Era imposible no tener nervios en esos momentos! Pero ahí estábamos, Tania, Banano y yo apoyándola con su clase. Para ese momento ella ya se veía nerviosa y emocionada, recibía constantemente mensajes de apoyo desde México y eso no ayudaba mucho a su corazón de pollo.
Algo que distinguió este evento fue la presencia femenina, aparte de Prof. India, CM Rosita y M. Suelly que recibieron nuevo grado, dieron clase las profesoras Sarará y Minha Velha y estuvieron presentes algunas otras profesoras y contramestras durante la formatura. En un evento con presencia mayormente masculina, es una bonita sorpresa escuchar a mujeres cantar, tocar y jogar.
La ceremonia inició puntualmente y el turno de nuestra querida Rosita se acercaba, nosotros teníamos permiso de trasmitir solo su formatura y recibíamos mensajes de México preguntando cómo iba todo… querían saber qué estaba sucediendo ¡Cuanta emoción se podía sentir! Yo observaba a Rosita en la batería y en los jogos ya con los ojos húmedos, tuvo que salir de la roda a respirar.
Poco a poco fueron pasando los formados a recibir su grado de Contramestres, increíbles historias de personas cuya vida fue transformada por la capoeira. Y llegó el turno de CM Rosita y fue M. Cigano quien la presentó emocionado. La historia de Rosita no fue únicamente de Rosita, habló de la historia de nuestra comunidad que al final es su historia, habló de ese grupo de locos que al verse ante la necesidad de dar clases de capoeira, decidieron investigar, aprender y mejorar, de lo que poco a poco hemos logrado y lo que al final me parece más importante dedicar su reconocimiento como Mestra a todos los capoeristas de México. Así debemos verla, como representante de todos aquellos que trabajan todos los días por dar valor a la capoeira que tanto amamos.
Ahora que #HabemusMestra y ya en nuestro país, veo a Rosita como antes de ir a Berkeley, cuidando a su hijo, a su familia, dando sus clases a sus niños adorados y trabajando para nuestra comunidad, parece que nada es diferente para quienes la conocemos y compartimos con ella con frecuencia, pero desde otros lugares, otros grupos, otros capoeristas, algo cambió, hay muchos ojos puestos en ella, algunos críticos, otros orgullosos, otros curiosos; y entre ellos los que agradecemos el camino que con esfuerzo, dedicación y pasión está abriendo para las mujeres capoeristas.
¡Axé!
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Muchas gracias por la nota, clara y emotiva. Un fuerte abrazo Norita!