Por: Mónica Loera
Mujeres divirtiéndose, valientes y desafiantes. Cantando a pleno pulmón y tocando con energía cada instrumento de la batería. Muchas de ellas chilangas y otras que llegaron de provincia, dispuestas a compartir un instante de camaradería.
El pasado domingo 4 de marzo se celebró la 10º edición de la Roda del Día Internacional de la Mujer. Éste evento se llevó a cabo en la Glorieta de la Palma, en punto de las once de la mañana, con una gran cantidad de mujeres demostrando sus habilidades en la roda, la batería y su capacidad de convocatoria.
Desde hacía semanas se respiraba en nuestro estudio Odara Roma, un ambiente de expectativa. Las chicas comentaban diferentes ideas para la roda, se hacían planes y varias de mis compañeras estaban muy concentradas perfeccionando el toque de un instrumento o aprendiendo una canción.
La capoeira siempre ha facilitado un ambiente de cálida cooperación, pero entre mujeres, todo es más divertido, intenso y creativo. Te permites proponer, sirve para animarte a inventar y probarte que eres capaz de hacer una presentación de calidad. Las capoeiristas están dispuestas a superarse a sí mismas y a dar lo mejor de sí.
Antes de la roda, Mony Alegría dio una clase divertida y dinámica que acercó a más de un curioso a la capoeira. Belén fue la encargada de dar una cálida bienvenida a los presentes, así como de explicar las reglas del evento. Posteriormente, Inst. China tocó los primeros acordes del berimbau.
Cada parte de evento fue pensado con la intensión de ser inclusivo y mostrar las capacidades de las mujeres. Uno de los actos más bellos fue la ladainha que cantó una pequeña niña, M. Rosita siempre estuvo apoyándola y animándola a superar su nerviosismo.
Llegó un momento en que el sol empezó a darnos de pleno, los espectadores éramos demasiados y el deseo de jogar era palpitante. Entonces el círculo de la roda se abrió lo suficiente para dar cabida a dos pares de jugadores.
Como es de esperar, en un evento como éste hay duras caídas, pero lo que prevalece es la exaltación de jogar con aquella persona que admiras, la picardía de verle a los ojos y divertirte al provocarle con tus mejores trucos.
Un arte escénico, un deporte o un ritual, la capoeira es el puente que nos une y que nos hace ser personas más fuertes, colaborativas y empáticas.
¡Axé!
Mujeres al mando de la batería.
Mujeres divirtiéndose, valientes y desafiantes. Cantando a pleno pulmón y tocando con energía cada instrumento de la batería. Muchas de ellas chilangas y otras que llegaron de provincia, dispuestas a compartir un instante de camaradería
El pasado domingo 4 de marzo se celebró la Décima edición de la Roda del Día Internacional de la Mujer. Éste evento se llevó a cabo en la Glorieta de la Palma, en punto de las once de la mañana. Con una gran cantidad de mujeres demostrando sus habilidades en la roda, la batería y su capacidad de convocatoria.
Desde hacía semanas se respiraba en nuestro estudio Odara Roma, un ambiente de expectativa. Las chicas, organizadas por Nora, comentaban diferentes ideas para la roda, se hacían planes y varias de mis compañeras estaban muy concentradas perfeccionando el toque de un instrumento, o aprendiendo una canción.
La capoeira siempre ha facilitado un ambiente de cálida cooperación, pero entre mujeres, todo es más divertido, intenso y creativo. Te permites proponer, sirve para animarte a inventar y probarte que eres capaz de hacer una presentación de calidad. Las capoeiristas están dispuestas a superarse a sí mismas y a dar lo mejor de sí.
Antes de la roda, Moni Alegría dio una clase divertida y dinámica que acercó a más de un curioso a la capoeira.
Belén fue la encargada de dar una cálida bienvenida a los presentes, así como de explicar las reglas del evento. Posteriormente, China tocó los primeros acordes del berimbau.
Cada parte de evento fue pensado con la intensión de ser inclusivo y mostrar las capacidades de las mujeres. Uno de los actos más bellos fue la ladainha que cantó una pequeña niña, mestra Rosita siempre estuvo apoyándola y animándola a superar su nerviosismo.
Llegó un momento en que el sol empezó a darnos de pleno, los espectadores éramos demasiados y el deseo de jogar era palpitante. Entonces el círculo de la roda se abrió lo suficiente para dar cabida a dos pares de jugadores.
Como es de esperar, en un evento como éste hay duras caídas, pero lo que prevalece es la exaltación de jogar con aquella persona que admiras, la picardía de verle a los ojos y divertirte al provocarle con tus mejores trucos.
Un arte escénico, un deporte o un ritual, la capoeira es el puente que nos une y que nos hace ser personas más fuertes, colaborativas y empáticas.
¡Feliz día compañeras capoeiristas!
Mujeres al mando de la batería.
Mujeres divirtiéndose, valientes y desafiantes. Cantando a pleno pulmón y tocando con energía cada instrumento de la batería. Muchas de ellas chilangas y otras que llegaron de provincia, dispuestas a compartir un instante de camaradería
El pasado domingo 4 de marzo se celebró la Décima edición de la Roda del Día Internacional de la Mujer. Éste evento se llevó a cabo en la Glorieta de la Palma, en punto de las once de la mañana. Con una gran cantidad de mujeres demostrando sus habilidades en la roda, la batería y su capacidad de convocatoria.
Desde hacía semanas se respiraba en nuestro estudio Odara Roma, un ambiente de expectativa. Las chicas, organizadas por Nora, comentaban diferentes ideas para la roda, se hacían planes y varias de mis compañeras estaban muy concentradas perfeccionando el toque de un instrumento, o aprendiendo una canción.
La capoeira siempre ha facilitado un ambiente de cálida cooperación, pero entre mujeres, todo es más divertido, intenso y creativo. Te permites proponer, sirve para animarte a inventar y probarte que eres capaz de hacer una presentación de calidad. Las capoeiristas están dispuestas a superarse a sí mismas y a dar lo mejor de sí.
Antes de la roda, Moni Alegría dio una clase divertida y dinámica que acercó a más de un curioso a la capoeira.
Belén fue la encargada de dar una cálida bienvenida a los presentes, así como de explicar las reglas del evento. Posteriormente, China tocó los primeros acordes del berimbau.
Cada parte de evento fue pensado con la intensión de ser inclusivo y mostrar las capacidades de las mujeres. Uno de los actos más bellos fue la ladainha que cantó una pequeña niña, mestra Rosita siempre estuvo apoyándola y animándola a superar su nerviosismo.
Llegó un momento en que el sol empezó a darnos de pleno, los espectadores éramos demasiados y el deseo de jogar era palpitante. Entonces el círculo de la roda se abrió lo suficiente para dar cabida a dos pares de jugadores.
Como es de esperar, en un evento como éste hay duras caídas, pero lo que prevalece es la exaltación de jogar con aquella persona que admiras, la picardía de verle a los ojos y divertirte al provocarle con tus mejores trucos.
Un arte escénico, un deporte o un ritual, la capoeira es el puente que nos une y que nos hace ser personas más fuertes, colaborativas y empáticas.
¡Feliz día compañeras capoeiristas!