Acabado el evento no echamos un paseito por dos lugares muy ricos de SLP.
Cerro de San Pedro, un pueblo minero que esta casi abandonado y que es un lugar con una atmósfera mágica, edificios alucinantes, cactus inmensos, un estupendo tepache, y una pizzeria que se veía muy alternativa y a donde tenemos que regresar pronto a comernos una pizza de nopal.
Como a muchos los cactus y el silencio no les bastaron se lanzó una delegación a la busqueda de una alberca, balneario, bordo, o ya de perdida charco de buenas dimensiones para nadar un rato. Gracias al poder del celular dieron con el Hotel Campestre Lourdes, en la ex-hacienda «La Labor del Río», que la verdad estaba muy agradable.