Por: Toño Vaca LDM
Xalapa, Veracruz, fue el marco del primer batizado del grupo UCA Lua de Prata comandado por Prof. Mata Mosquito. Fue un evento que dejó mucho aprendizaje e introspección para los que amamos el arte de la capoeira. A simple vista, el evento ya prometía mucho pues la presencia de invitados de alta categoría, nacionales y extranjeros y de M Acordeón fue anunciada con antelación.
Cuando analizo todo lo que sucedió en el viaje, desde la partida de la CDMX con compañeros de clase con los que no había tenido la oportunidad de hacer un viaje, hasta el regreso a casa con nuevas amistades, me doy cuenta de que se pueden lograr grandes cosas si existe un fin y una pasión en común.
La primera grata sorpresa que tuve en el evento, fue el hecho de que una gran parte de los participantes eran niños no mayores a quince años. Más allá del enternecimiento que causa ver a los chaneques jugar y realizar secuencias en una roda, no pude dejar de pensar en eso que todos nos hemos preguntado alguna vez al ver niños haciendo capoeira. ¡¿Qué hubiera dado por empezar a entrenar a esa edad?! Pero como el “hubiera” no existe, lo único que puedes hacer es intentar motivar a los niños e intentar transmitir esa pasión y amor por la capoeira. Y es que, uno nunca sabe si está jugando con el próximo Mestre de Mestres.
Con la llegada de M Acordeón y demás invitados incluidos nuestros M Cigano y CM Rosita, vinieron también más sorpresas, como poder tomar una clase de M Acordeón sin preocuparse tanto por el espacio y estar en petite comité aprendiendo de una manera más directa de él. En definitiva esta es una de las ventajas que más me agradó del evento, y sí, en este contexto, menos es mucho más.
Al finalizar la clase casi personalizada para adultos de M Acordeón, tocó el turno de los pequeños. Mi mente divagó de maneras inusitadas al ver que una de las referencias más grandes de la capoeira interactuaba con este peculiar grupo de alumnos. No sólo por la facilidad de comunicarse a pesar de la barrera de lenguaje, sino por la metáfora de pasado, presente y futuro de la cual fuimos participes: M Acordeón cargando a los niños junto a él para que tocaran el atabaque mientras todos respondíamos los coros. Esto para mí fue un muy buen ejemplo de trascendencia temporal de la capoeira.
Cayó la tarde y con ella la roda del día. Ya con más invitados y participantes en el evento fue muy grato vivir una capoeira distinta debido a que los invitados de la UCA Berkeley tienen un estilo distinto, duro pero siempre respetuoso y medido, el cual pude experimentar más veces de las que puedo recordar gracias a los muchos juegos que fui capaz de compartir y apreciar durante la roda.
El último día del evento fue increíblemente divertido, no solo por la maravillosa locación que Prof. Mata Mosquito eligió: Nace el Río, un paraje natural en la cuenca del río Actopan en donde tomamos clases consecutivas con los invitados. Si bien el cuerpo ya pedía descanso, nuestra voluntad y compañerismo nos ayudó a llevar a cabo las actividades del evento, e incluso conocer, relajarnos y divertirnos dentro del maravilloso espacio.
En ocasiones, es difícil transmitir con palabras todos los estímulos que experimentamos cuando hacemos algo que amamos. No obstante, dentro del tiempo que llevo practicando capoeira, me queda claro que todos los eventos tienen una energía específica que los distingue de todos los demás, éste, en particular, confirmó que factores como nacionalidad, edad, experiencia, cantidad de personas e incluso distancia, no juegan un papel fundamental para hacer un evento de calidad ni para poder aprender y aprehender perspectivas diferentes de la capoeira.
¡Axé!
Fotografía:
-Grupal: Prof. Mata Mosquito UCA LDP
-Nace el Río: Prof. Banano LDM