Por: Omar Schad
Por suerte la palabra quilombo existe en castellano, un extranjerismo tan ajeno al español como saudade, y aquél es una suerte de problema, barullo y/o prostíbulo en algunos casos. Desde luego que en este contexto, quilombo se refiere a los legendarios lugares de resistencia negra cuasi mitológicos en tiempos de la colonia hispano-portuguesa.
Bajo esta consigna, bautizar a un centro deportivo de ese modo, sonaba a gran responsabilidad, cuando monitor Zum Zum nos comunicó (a todos sus alumnos) que ‘re-fundaría’ el gimnasio con ese nombre; algunos nos opusimos, pero finalmente nos convenció. –Será un lugar de resistencia- nos dijo.
Y decidió que para ‘re-bautizar’ este lugar, era importante que asistieran M. Cigano y CM. Rosinha (próceres y fundadores del grupo) y qué mejor pretexto para ello que una roda que sería coronada después con un festejo que incluiría guisados y bebidas para la libación.
Por suerte el día señalado la mayoría de los invitados se presentaron, la roda estuvo nutrida con acrobacias, samba y unos buenos jogos que todos disfrutamos y que sirvieron también para el regocijo de los invitados no capoeiristas, que muchas veces se miraron con caras de asombro y alegría.
Y así como recibimos con mucha alegría a miembros de Escola de Nossa Senhora de Angola, Oficina da Capoeira y de Grupo de Estudio de Capoeira Angola, agradecemos a todos los miembros de Longe do Mar por su inestimable participación y presencia, parte fundamental para el crecimiento de Quilombo.
¡Axé!
Axé para la nueva comunidad de «Quilombo».
¡Qué maravilla el surgimiento de una nueva escuela de arte al norte de la CDMX!