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Por: Ana Lilia Vargas Mistura LDM
Y nuestra historia comenzó así, con un calor igual al de Bahía y como todos los años, nos reunimos para festejar que dedicamos parte de nuestra vida a la práctica del capoeira.
¡Longe do Mar es enorme! Niños de todas las sedes y clubs se unieron en el encuentro.
Primero se abrió con una fabulosa clase de samba, moviendo los pies entre los aros y brincando de gusto con CM Rosalinda quien nos dejó llenos de encanto.
La acrobacia no nos dejó menos entusiasmados, pues nos convertimos en unos soldados cuando Inst. Choker lleno de pasión y haciendo que nuestro miedo se olvidara con alegría nos hizo dar mortales y volteretas.
Para ese entonces, llenos de sudor, comenzamos la Roda de apertura, un invitado especial Prof. Conde, fundador de Capoeira Fortaleza, llegó con sus alumnos quienes también jogaron con nosotros, entre cantos, risas, mangingadas y caídas, nos divertimos muchísimo.
El sábado muy temprano Inst. Simpi y Prof. Simpa, nos disfrazaron de guerreros, con faldas y pintura en nuestros rostros hicieron que bailáramos Maculelé al ritmo de los atabaques. ¡Fue muy interesante! pero dejamos muchas faldas destrzadas, y tras el aire del único ventilador que estaba en el área pasábamos para que nuestra falda y cabello jugaran con el viento.
Al quitarnos la pintura de la cara, Inst. Pedra nos repartió unos palillos, ¿qué haríamos entonces? Tres tambores hicieron una batería de Batucada, varios ritmos copiábamos tras su sonido, y aunque no todo lo copiamos bien, terminamos sin duda sintiendo el ritmo.
Los talleres de música y danza no podían faltar con las clases de capoeira, Prof. Batería, entre cuerdas, obstáculos y juegos nos hizo jogar mientras cantábamos: “Vamos jogar capoeira quando polícia nao vem…»
Monitora Gacela, nos enseñó los movimientos de varios animales, nos dimos cuenta que nuestro cuerpo podía tener muchos alcances, mientras ella también cantaba: “Vamos embora eeee, vamos embora aaa…”
La Inst. China, quien no dejaba de reír, nos paraba de cabeza y nos enseñaba movimientos raros que nos abrieron la imaginación.
Mi mamá, mi papá, mi abuelo, y otros adultos que se integraron con quienes no íbamos acompañados, hicimos una clase juntos. Yo levantaba más la pierna que mi mamá, y corregía varias veces a mi papá, pero eso no importó para que los siguiera viendo como mis super héroes. Pronto dijeron… Roda con papás e hijos, no importan las edades, capoeira joga y se divierte y todo se convirtió en una fiesta de alegría.
Nos fuimos a casa y el domingo muy temprano se llevó acabo otra fiesta, mi Batizado, llegando la Glorieta de la Palma, Profa. Denisse guió la clase mientras la batería de capoeira no dejaba de sonar. Después, comenzaron los exámenes, ¡qué nervios!, pero todos pusimos nuestro espíritu para pasar la prueba.
Como todos pasamos, llegó la hora de dar cordas, primero todos los adultos que se dedican a dar clases jogaron para nosotros y después cada uno de ellos pasó a entregarnos nuestra corda. Se la dieron primero a los niños los que nunca habían tenido una, y después los que iban a trocar. La ceremonia duró tres horas, pero pareció un segundo lleno de maravillas y emociones.
El evento fue una chispa que ha prendido más mi motivación para seguir adelante y por ello agradezco a todos aquellos maestros que se dedican a enseñarme y a aquellos que apoyaron para que sucediera:
Gracias a Gacela, Bate, Den, China, Simpi, Choker, Pedra, Adolfo, Rosalinda, Jenny, Keren, Mistura, Liz, Mony Alegría, Belén, Anita, Simpato, Norita, Gina, Zum, Boné, Ligerito, Mola, Aiko, Banano, Conde, Sombra, padres de familia, alumnos de la #ComunidadLDM, Transportes GO, Patuá Capoeira, Muévete en Bici CDMX y Odara por su colaboración en la realización de este evento.
¡Axé meninos malandros!
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